En el último medio siglo, la mejoría en la ciencia médica moderna en Corea ha sido paralela al crecimiento económico. Con una abundancia de personal médico bien capacitado, instalaciones médicas equipadas de alta tecnología y un sistema de detección de salud mantenido con éxito, la esperanza de vida en Corea está entre las más altas en comparación con otros países del mundo. Toda la ciudadanía disfruta de los beneficios del seguro de salud universal; sin embargo, hoy en día los gastos en este rubro han aumentado por el envejecimiento poblacional, pues las personas de la tercera edad acuden durante más años a recibir atención médica.

 

 El acceso a los servicios de salud se ha incrementado ya que se ha alcanzado una distribución uniforme de las clínicas en todo el país. En contraste, los hospitales generales aún se ubican en grandes áreas metropolitanas. En Corea, aunque alrededor de 94% de las instituciones de salud son privadas, todos acceden a ellas pues la mayoría de las cuotas las cubre el Gobierno.

 

 Existe una creciente conciencia de la importancia de la dieta y el ejercicio para mantener la salud y el bienestar general. El énfasis en la creación de espacios verdes y el hecho de propiciar que las comunidades sean transitables para peatones y ciclistas favorecen entornos que alientan a realizar una rutina de ejercicio. Los patrones geográficos de obesidad y la participación en el ejercicio aeróbico se asocian, en parte, con las oportunidades locales para practicar actividades al aire libre. Un factor que está incrementando las tasas de obesidad, sobre todo entre los jóvenes, es el cambio hacia una dieta alta en carbohidratos y grasas saturadas.