Edición Abreviada 2023

Calidad del agua y gestión de los ríos

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 En Corea del Sur existe una red de monitoreo para evaluar el estado de la calidad del agua y los ecosistemas acuáticos en ríos y lagos, con mediciones recopiladas en 2 249 sitios. Los datos sobre la contaminación del agua se publican por medio del Sistema de Información para la Gestión de los Recursos Hídricos (www.wamis.go.kr). Para proteger la calidad del agua de los sitios donde ésta surge, la Ley de Abastecimiento de Agua e Instalación de Obras Hidráulicas designó un área de protección de fuentes de agua de 1 136 km2. En esta zona, las descargas de químicos peligrosos, desechos, aguas residuales y excrementos, están prohibidas. Como resultado de estos esfuerzos, la calidad del agua de los cuatro ríos principales está mejorando gradualmente, mientras que los indicadores de eutrofización (la demanda bioquímica de oxígeno y el fósforo total) disminuyen.

 

  Asimismo, Corea del Sur monitorea, de manera regular, el medio ambiente marino y sus fuentes de contaminación. La red de vigilancia, que cuenta con un total de 425 estaciones, reúne información utilizada para establecer políticas nacionales de ordenación y conservación. Para vigilar la contaminación costera, una red automática de monitoreo de la calidad del agua de mar recopila datos de los estuarios y los puntos críticos de contaminación. La información de estas redes se proporciona mediante el Sistema de Información del Medio Ambiente Marino (www.meis.go.kr).

 

 Hasta la década de 1960, la mayoría de los ríos en Corea estaban en su forma natural; sin embargo, con la rápida urbanización de los años setenta, muchos arroyos fueron cubiertos
o desviados. En las zonas rurales, se hicieron numerosos canales y se construyeron presas para riego, agua potable e hidroelectricidad. A medida que los asuntos ambientales adquirieron relevancia, en los años noventa, se iniciaron varios proyectos de mejora en áreas cercanas a los ríos, como la construcción de parques y paseos ribereños. En la década de 2000, cuando se comenzó a reconocer el valor ecológico de los ríos y humedales, se iniciaron proyectos para restaurar los ríos a su forma natural. Como ejemplo, el Proyecto de Restauración del Ecosistema Acuático desarrolló el Índice de Naturalidad Física de los Ríos (INFR) para ayudar a identificar aquellos que requieren acciones de conservación y restauración más necesarias. Este índice distingue desde los muy dañados hasta los naturales. Los esfuerzos de restauración de los ríos mejoran la calidad del agua, disminuyen los riesgos de inundación y recuperan el hábitat para animales acuáticos. Los mapas de hábitats de los peces son útiles para monitorear su población e identificar amenazas potenciales.